Respuesta: El Nuevo Cine
No estoy de acuerdo, no obstante; tu lo llamas límites; yo lo llamo forma.
No, para mí claramente son límites, porque en muchas ocasiones las series de televisión eran como eran y no de otra forma porque los productores y las cadenas imponían unas reglas de las que era imposible salirse. En una serie de televisión no se podían meter silencios no porque fuera técnicamente imposible o algo que no se hubiera inventado antes (¡si el audiovisual nació mudo!

), sino porque estaba prohibido (no es que fuera una prohibición que estuviera escrita en ninguna parte, pero ningún productor le daría el visto bueno a tu libreto), más que nada porque se quería evitar a toda costa que el espectador dejara de enterarse de lo que sucedía en la pantalla si se ponía a cocinar o a limarse las uñas y que cambiara de canal. No se podían jugar con estructuras narrativas complejas porque se temía que el espectador se hiciera la picha un lío y cambiara de canal, y en las comedías había que meter risas enlatadas para que la gente supiera en qué momentos debía reírse. A eso habría que añadir otras más lógicas y entendibles como una planificación más funcional y menos expresiva y el manejo de menores presupuestos, lo cual siempre daba a las series un aspecto más "barato" que el cine.
En definitiva, que no se trata tanto de innovaciones técnicas/narrativas que se hayan producido por la aparición de un genio al que se le ha ocurrido una idea genial que no había llevado a cabo nadie antes (
Ulises, la pintura de Mondrian), sino todo lo contrario, parecía que al televisión le estaban vetadas toda una serie de herramientas expresivas que hacía tiempo que estaban asentadas en el cine o en la literatura. Se daba por entendido que, al ir destinadas a un público más masivo, todos los contenidos se tenían que dar mucho más fáciles y masticaditos al espectador. Por ejemplo, hablas del rol de la mujer en
Buffy (aunque la auténtica pionera al respecto realmente fue
Xena 
). Muy cierto, pero ¿con cuánto retraso llegó a la televisión, si en los años 80 ya Sigourney Weaver y Linda Hamilton encarnaban a grandes heroínas de acción? A excepción de sus fértiles comienzos (que coincidieron con la crisis de los grandes estudios), durante mucho tiempo la televisión ha estado uno o dos pasos detrás por el cine, a pesar de que sus posibilidades narrativas realmente son muy superiores.
Por supuesto, siempre han existido series que se han salido de la norma, pero no dejaban de ser eso, afortunadas excepciones. Ahora la televisión se ha liberado de muchas de esas limitaciones creativas de antaño (bueno, en España aún no, aunque ya se están dando los primeros pasos al respecto), y ahora ya no hay diferencias significativas entre ambos formatos, más allá de las propias correspondientes a su duración en el tiempo. Y esta es una conquista que se ha tardado en producir muchos más años de lo que hubiera sido deseable.
¿Estamos pensando en cierto escocés cabroncete?
No, qué va, de hecho si hay alguien que creo que se puede permitir el lujo de plantear misterios a largo plazo y saber resolverlos satisfactoriamente ese es Moffat (aunque te tenga meses/años mordiéndote las uñas). Más bien me refiero a series como
Kyle XY,
Smallville y cosas así, que en el fondo son series familiares de toda la vida, y que a menudo se empeñan en introducir alambicadas tramas conspiratorias a lo
Expediente X, repletas de personajes ambiguos y misterios eternos que no llegan a resolverse nunca, cuando en realidad ese tipo de series funcionarían mucho mejor si se limitaran al "monstruo de la semana"
