Tengo pensado verme las 3 de Kong. La original, la del 76 y la de Jackson (mi favorita desde siempre). Como la del 33 y la del 2005 las tengo vistas quería empezar con ésta y así contentar a mi querido compadre Henry.
Y diré, antes que nada, que a pesar de contar con no pocos fallos la película no me ha disgustado como podría uno creer. Al contrario, podría incluso decir que sus calzoncilladas no han hecho mella en mi sensación general. A lo que voy.
La película empieza como a mi me gustan. A las claras. Un barco en la noche, amarrado en el puerto, todos preparándose y el prota llega en un barco, al más puro estilo cine clásico. Se apea, soborna a uno de los miembros y se cuela. Sin más. Ni preludios con monstruos ni nada por el estilo. Al grano. En el interior del barco tenemos, quizás, la mejor escena de toda la película: ambientación sin una sola foto de Kong. Todo misterio, todo suposiciones, todo un aura de que en esa isla rodeada de niebla perenne durante años hay petroleo. Porque la película está enfocada desde el punto de vista ecologista, nada de aventuras milenarias con monstruos prehistóricos. Quizás eso podría ser un error (y en parte lo es). Una película con King Kong en el título requiere de enfrentamientos, persecuciones y demás.
Pero durante la primera hora no hay nada de eso. Simplemente ambientación, mantener el pulso narrativo con personajes, suposiciones y demás. Y para mi esa primera hora está muy bien narrada. Simple y eficaz. Guillermin y Master Barry crean un filme que mantiene el pulso en todo momento. El de la petrolera ambicioso, el antropólogo barbudo y la chica tontita, todos a una, en un viaje de placer y misterio a partes iguales pero sin necesidad de meter morcilladas (a pesar de contener diálogos bastante risibles). Llegamos a la isla y seguimos manteniendo la atención sin tan siquiera mostrar nada del monstruo. Todo es diálogo, todo es puesta en escena mínima. Y funciona (la presentación del lugar, al más puro estilo clásico). Y llegamos a la muralla. Nada sucede realmente y funciona a las mil maravillas. Aparece la tribu ancestral y no pasa nada. Pero sigue funcionando. Es un misterio para mi pero durante una hora donde no pasa realmente nada está todo en unos actores que siendo mínimos y sin hacer nada todo fluye muy bien.
El problema, tristemente, radica una vez aparece Kong. Y es que Backer, aún haciendo un sobre esfuerzo titánico por hacerse pasar por un gigantesco gorila, en la gran mayoría de casos su interacción con Duan (una preciosísima Jessica Lange, las cosas como son) pues como que no aporta gran cosa (muchos menos credibilidad) siendo precisamente el motivo central de toda la historia. No por ser un hombre disfrazado sino porque la gesticulación facial produce rechazo en muchas ocasiones. Porque es imposible obviarlo. Tampoco ayuda que en una situación de extremo peligro ella decida ponerse a hablarse sobre el horóscopo. En una de los ZAZ hubiese funcionado como gag inspirado. Aquí suena a no saber qué hacer con ella y el personaje principal. Tampoco ayuda en absoluto una serpiente que no transmite miedo o sensación de peligro cuando es todo demasiado impostado.
Pero para mi siguen siendo problemas gordos pero no me hacen lapidarla. Porque estoy contemplando un producto extraño, de tono aséptico pero que mantiene mi interés. Quizás porque las rarezas es lo que tienen. El momento del árbol funciona muy bien siendo uno de los poquísimos momentos que funcionan dentro del género de aventuras. Al igual que Kong destrozando la muralla. Aquí empieza a despuntar lo que sería una monster movie en condiciones. Y de ahí pasamos a la invasión de la gran ciudad previo paso a la escena del barco (eso sí, el croma de él cogiéndola a ella en el aire no se salva para mi gusto). Tampoco puede obviarse que la aparición de Kong coronado resulta patético no por su animatrónica defectuosa en sí sino porque resulta chirriante en propuesta y resultado. Es un plano realmente patético a fin de cuentas que rompe por completo la tónica que llevaba.
Porque lo que realmente importa aquí es destrozar la ciudad con el mayor ruido posible y la concatenación funciona: el ataque al metro (me encanta el plano de Kong desmontando el techo, cogiendo a la chica y lanzándola), el apagón, la escalada en las Torres Gemelas (siguen impresionando a día de hoy) y la matanza indiscriminada que resulta tan impactante como llamativa y que los cromas desde luego no empañan en absoluto el momento. Desde luego es un filme extraño, que se aleja por completo de la aventura clásica del original y de la aventura mastodóntica que luego propuso Jackson. No es un buen filme, desde luego, pero ha mantenido mi atención y encuentro que siendo un rara avis no deja de ser un producto anclado en su época que aún no resultando un buen remake funciona dentro de su plasmación de artesanía cutre e hipnótica a partes iguales. Vamos, que no me ha parecido una mala película.