Respuesta: Vuelve Enrique Urbizu: No Habrá Paz para los Malvados
No habrá paz para los malvados, de Enrique Urbizu.
Urbizu es un tipo listo, coge aspectos de una gran variedad de géneros uniéndolos para presentarte algo sólido, con empaque y con cierto sabor añejo. Además se agradece que las señas de su cine sigan intactas, como el saber mantener y no desvelar los misterios de ese personaje del que deseas saber. No, seguimos un boceto de Santos Trinidad, un personaje de los setenta colocado en un distópico Madrid actúal. Y bien que se agradece.
Trinidad es un buen policía que un día la pifia. Tiene una depresión de caballo, pero no sabemos los motivos que estos deben ser analizados a gusto del espectador. Sólo sabemos retazos de su pasado, de lo que pudo o no pudo pasar. Fruto de su investigación para encubrir su cagada, llega a algo más grande, a otro aspecto relacionado con la espada de damocles que siempre tenemos sobre nuestros cuellos.
¿Pero llegar ahí y "vengarse" de lo que ha de ocurrir lo convierte en un héroe? ¿Es un villano? Creo que no, creo que por encima de todo lo demás, Trinidad es un héroe, leal con un mundo que odia y que va dos pasos por delante del resto. Es un policía odiado en su departamento de "retiro", saben que es un tipo que solo puede traer problemas. Él está acostumbrado a hacer las cosas a su manera, pasando de la autoridad y de la responsabilidad policial. Es un lobo solitario que no cabe en la policía, un tipo que está muy tocado, que se bebe su ron con un dedo de Coca Cola como si fuera agua mineral. Pero es un tipo listo, un policía a la antigua usanza que no casa con los métodos modernos, es un hombre para dejarle ir a hacer las cosas a su manera, mirar hacía otro lado y que a la semana que viene te venga con el caso resuelto. No preguntes como lo ha resuelto, solo convéncete de que lo ha hecho y que todo lo demás da igual.
Observando las andanzas de Santos, Urbizu nos raja y nos deja desnudos ante nosotros mismos, y ese final con tan mala leche no deja de ser un caso de justicia poética contra la hipocresía, la falsedad y la ceguera que nutren la personalidad de esa sociedad que ha dejado con ello que su mundo este amenazado. Y es que no habrá paz para los malvados, jamás, porque nunca aprenderemos frente a ese héroe que fue Santos Trinidad que con esa forma de sujetar el revolver nos muestra cuan cerca está la espada de caer sobre nuestra nuca.
En fin, una excelente película, no apta para todos los públicos ya que no es ni una cinta de acción ni excesivamente comercial. Es ante todo un cine negro muy reflexivo, pausado, que me recordó vagamente a otras películas recientes como El Americano pero en escenarios aún más comunes (coño, está rodada por donde yo me he ido montones de veces con la bicicleta), y donde sabes que Dios está ahí observando para lanzar sus rayos y hacer con esto su Sodoma y Gomorra del Siglo XXI.
Muy recomendable, malvados.
P.D. Coronado se ha ganado el Goya, en películas como estas se ve lo que comenta Magnolia, que no hay malos actores, sino malos directores.