Respuesta: ¿Qué cojones hacemos comprando peliculas, fierones?
Interesantísimo post, si señor

(tengo bastante que escribir, espero que no me quede demasiado "tochil").
Yo en alguna ocasión he llegado a plantearme si compraba películas por cinefilia, por coleccionismo o simplemente por vicio, y al final he llegado a la conclusión de que es un poco por las tres cosas (más la primera, eso si, pero las otras dos no se quedan cortas). Eso si, SIEMPRE desprecinto y pruebo en el reproductor lo que me compro el mismo día o como mucho al día siguiente (aunque luego pasen meses hasta que vea dicha película). Compro bastante tirando a mucho, y aún así no he llegado todavía a las 1.000 películas (aunque poco me falta).
He seguido la siguiente evolución:
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Etapa VHS: No compraba casi nada, solamente mis películas favoritas y a última hora bastantes de las que daban con el periódico, pero la fiebre compradora me llegó ya en la siguiente etapa.
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Etapa inicios del DVD: Empecé a comprar bastante, comenzó mi afán coleccionista y en ocasiones compraba películas el mismo día que salían a la venta y no me importaba pagar las 4.000 pesetas de rigor (incluso 5.000 llegué a pagar por "Lawrence de Arabia" que fue uno de los dvds con un pvp de salida más alto). Empecé a hacerme asiduo de dabadá con lo cual el "vicio comprador" fue aumentando, a lo cual contribuían mis primeras incursiones en las rebajas de ECI y en los 3x2 de Carrefour (en su momento era casi una fiesta cuando llegaban estas épocas

). Era además una etapa en la que yo estaba soltero, sin compromiso y sin necesidad del mismo, con lo cual compraba mucho pero también veía mucho, y estaba practicamente al día. Eso si, poco a poco dejé de comprarme las películas de estreno y aprendí a ser paciente y adquirirlas a un precio mucho más razonable.
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Etapa de transición DVD/BD : Tras mis habituales reticencias a los cambios (siempre me ha costado evolucionar en esta vida) me decidí por fin a dar el salto. Aunque al principio mi idea era no recomprar lo que ya tenía en dvd, poco a poco empecé a volver a hacerme con lo más imprescindible. Aquí por suerte ya estaba curado de espanto y me negué desde el principio a pagar las barbaridades que costaban las películas en su salida al mercado, pero poco a poco los precios fueron cada vez más asequibles y las ofertas cada vez más jugosas, hasta llegar al punto de que volví a comprar al mismo ritmo que lo hacía con los dvds, y además seguía comprando cosas en el antiguo formato, en el caso de aquellas que ni estaban todavía en BD ni había visos de que estuviesen en un futuro cercano. Tuve que empezar a crearme listas de películas que tenía pendientes de ver, para organizarme un poco en medio de tanto caos (todavía las hago).
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Etapa BD/Descargas : Os juro que hasta hace poco más de un año jamás me había bajado absolutamente nada de internet. De hecho era de los que pensaba que las descargas carecían de valor, que lo suyo era tener la película en formato físico. Y lo sigo pensando en gran parte, pero llegó un momento en el que vi lo absurdo que era comprarse a ciegas cosas que después era muy probable que no fuesen merecedoras de tener en la estantería, así que empecé a tirar de descargas y así me volví mucho más selectivo. Dejé de comprarme todo aquello que me podía resultar medianamente interesante y utilicé ese "filtro" de primero ver y después comprar (o no). De esta forma he ido reduciendo considerablemente mi lista de futuras compras (la recién creada Mubis es muy útil para esto, por cierto), limpiándola bastante de morralla y haciendo que ahora mismo solamente compre películas que considero verdaderamente merecedoras de gastarme los euros en ellas (y he dejado definitivamente de comprar dvds, salvo rarezas difíciles de encontrar que aparecen a veces en tiendas de segunda mano). Procuro además no pagar más de 10 € por película salvo excepciones y comprar solamente aquello que voy a ver a corto-medio plazo (aunque luego no siempre es así), porque no deja de ser frustrante gastarte el dinero en una película, tenerla ahí cogiendo polvo sin darle ni un visionado y ver como en las tiendas la terminan poco menos que regalando
Pero lo que de verdad me frustra hasta el punto de haberse convertido casi en una obsesión (mi wat me lo recrimina más de una vez) es el hecho de sentir que no me da tiempo a ver ni la décima parte de lo que me gustaría, y de que jamás me voy a poder poner al día con todo lo que tengo comprado (y ya ni hablamos de todo lo que tengo descargado, porque con este run-run de la Ley Sinde me entró la congoja y me puse a bajarme masivamente cientos y cientos de películas que probablemente no veré jamás en mi vida, y ahora estoy igual pero con las series, mi gran asignatura pendiente). En fin, de locos
