Respuesta: THE ARTIST pega fuerte
A mí la película me ha encantado, y a no ser que en las próximas 3 semanas descubra alguna película que me sorprenda más, lo más seguro es que acabe encabezando mi lista del top del año.
Sin duda no van a faltar los detractores que se cisquen en la película alegando que es "blandita", "para abuelas" o que sigue al pie de la letra el manual de los Weinstein para optar a chorrocientos Oscar. Y no les falta razón: todas esas acusaciones son ciertas. Y en estos tiempos donde absurdamente lo violento, cruel, árido, austero y soez son considerados como síntomas de valentía artística, y el optimismo, el buenrollismo, lo sentimentalista y lo naïf como muestras de cobardía y concesión populistas (especialmente en algunos sectores cinéfilos) una película tan blanda como
The Artist provocará no pocas arcadas entre algunos de los aquí presentes. En cualquier caso, a mí me parece lógico que la película tenga ese tono, pues es un ejercicio de mímesis de un tipo de cine muy concreto que se hacía en la época del cine mudo; haber intentado cambiar ese tono para adaptarlo a una sensibilidad más contemporánea me hubiera parecido una gran incoherencia.
Sin duda, a la película también se le puede reprochar su previsibilidad. Y es que en ningún momento el desarrollo de los acontecimientos se aparta un ápice de lo esperable. Algo que también me parece coherente con la anacronía de la propuesta. A nivel personal, esto tampoco supone un problema, ya que para mí lo importante de una historia no es tanto la originalidad de la historia como la manera en que se cuenta.
Igualmente tampoco podemos decir que la película de Hazanavicius sea especialmente innovadora. Se limita a copiar las maneras de hacer de finales de los años 20 sin aportar nada nuevo de su propia cosecha. Y desde luego no llega a la altura de las más grandes películas de aquellos años (Metrópolis, Acorazado, Amanecer...). La película seguramente sorprenda más a aquellos que nunca han visto una película muda en la vida que a aquellos que han visto cientos.
Resumiendo: es blanda, previsible y no tiene nada de original. Entonces, ¿por qué creo que es una película sensacional? Porque la película nos recuerda lo infinitamente superior que era, desde el punto de vista narrativo, el cine de los años 20 con respecto al cine actual.
Y es que Hazanavicius no se limita a quitar el sonido y el color a la película, hace un ejercicio casi arqueológico de recreación de los modos narrativos de los años 20. El cine de esa época siempre me ha alucinado por su capacidad de narrar historias a base de poderosas imágenes que se quedan grabadas a fuego en la memoria. Es un cine en el que detrás de cada encuadre, de cada corte de montaje o de cada truco visual hay una poderosa intencionalidad. Y eso es lo que más me gusta de esta película, la rabiosa intencionalidad que emana cada uno de sus fotogramas. No oímos palabras, ni falta que hace: las imágenes son por sí mismas rabiosamente elocuentes. La puesta en escena es milimétrica, exquisita.
Esta película nos ayuda a recordar muchos de los grandes logros del cine del pasado que a día de hoy prácticamente no se usan, como el uso expresivo de las sombras o el de los encadenados. ¡Ya casi nadie hace sobreimpresiones hoy en día, a pesar de que su potencial narrativo es brutal! Y lo que me gusta de Hazanavicius es que no se limita a copiar los tics del cine del pasado sin entenderlos (algo que sucede hoy en día), sino que los utiliza con una fuerte intencionalidad narrativa, dejando claro que esos recursos que a día de hoy nos parecen anticuados siguen teniendo un enorme potencial narrativo.
La película está llena de planos y escenas para el recuerdo: el inicio en el cine, las gracias del perrito, el primer encuentro entre Dujardin y Bejo, el rodaje de su primera película juntos, la secuencia del abrigo

, Dujardin vs. su reflejo, Dujardin vs. su sombra, la secuencia onírica, el perrito al rescate, el ¡Bang!, el finalazo... Creo que si me pusiera, sería capaz de describiros la película de principio a fin, plano a plano, prácticamente sin margen de error. Que una película se quede grabada a fuego en la cabeza de esta manera dice mucho de su calidad.