Respuesta: SHAME de Steve McQueen ("Hunger")
Me ha parecido SENSACIONAL.
Cuando el cine te seduce de tal manera que te hace "vivir" un viaje a los infiernos personales de un personaje perdido en su adicción, absorbido por su necesidad, esclavizado por sus pulsiones... Brandon es retratado, casi, como un autómata, como un ser desapasionado, frío, vacío, consumido, cuya soledad es tan física como emocional. Su hogar-no hogar desprovisto de elementos cálidos, sus rutinas íntimas, su desgana laboral, su folleteo mecánico, sus desfogues compulsivos, sus relaciones con los colegas de trabajo (no se adivina amistad), su aproximación funcional hacia las mujeres... No hay nada "auténtico" en su hueca vida, excepto su hermana, la única que logra generar una emoción real en Brandon, la única que realmente ha calado y tiene peso en él. La amargura del protagonista es absoluta, lo cual no se percibe sólo por sus actos, sino también por la composición del ambiente, del entorno, que se presenta como un conglomerado de cristales, metales, espejos, espacios vacíos, encuadres con personas arrinconadas... Me parece interesantísimo el trabajo visual de McQueen en todos los aspectos, desde la iluminación y los colores apagados hasta el retrato hipnótico del cuerpo humano, ya sea en planos generales como en planos cortos que fragmentan el objeto de observación. Hay una minuciosísima puesta en escena que, creo yo, tiene su razón de ser para involucrar al espectador en una espiral de miradas, gestos y actos sugestivos, fluctuando entre la languidez (la fascinante parte inicial del metro, con un uso prodigioso del intercambio de detalles nimios y la banda sonora) y la aceleración brusca (la perturbadora escena del trío, culminada en un Brandon casi desfigurado).
McQueen, además, tiene el acierto de dejar abiertas muchas puertas para que cada espectador decida entrar por la que estime conveniente. El pasado de los hermanos ("un lugar malo") nos es privado, pero también nos es negado su futuro. Sólo hay una exposición concreta del aquí y el ahora. Quiero decir que no hay nada que me indique con seguridad que se ha producido una supuesta "redención" de Brandon (e incluso de su hermana). El director opta por una ambigüedad muy agradecida, pues ni siquiera el final deja nada cerrado. Me gusta ese desenlace abierto que mantiene viva la posibilidad de que, en el fondo, nada haya cambiado.
Por todo ello, pienso que McQueen ha logrado con creces la plasmación de un dolor, de un sufrimiento, de una degradación. Es estupenda la escena en la que Brandon y su compañera de trabajo tratan de mantener relaciones sexuales: la cámara se explaya en las caricias con detenimiento, incluso con cierta sensualidad, y, al mismo tiempo, se nota una ligera incomodidad del protagonista que va en aumento hasta materializarse en la imposibilidad de tener un contacto sexual de estas características. Me parece excepcional la cadencia de ese momento por cómo somete a Brandon a una experiencia, en principio placentera, que conlleva una frustración.
Otro golpe emocional se produce en ese bar donde nuestro hombre provoca con ensañamiento a la chica, primero, y a su maromo, después. Tremendo el rostro de Fassbender y su tendencia autodestructiva.
Y tantas cosas más que se podrían comentar... En fin, por el momento es la mejor película que he visto en cines en este 2012.