Está escrita a cuatro manos por el propio director y Damon Lindelof (uno de los creadores de la famosa serie Perdidos), y en mi opinión les ha salido un film, tal como he comentado antes, más que notable. Tal vez llegan a haber secuencias con algo de palabrería y poca acción, pero en general han conseguido que uno, el que esto escribe, se lo haya pasado muy bien viéndola.
No sé si os habéis fijado, pero he percibido como si tuviera algún guiño a una película de Pixar y la cual adoro. Se trata de la película titulada Up (dirigida en 2009 por Pete Docter y Bob Peterson). Supongo que muchos la habéis visto, pero es la de aquel viejo acompañado de un niño pequeño y que viaja en una casa flotante. Ojo, en Tomorrowland no hay casa flotantes, lo que pasa es que hay un momento de su inicio que me la recordado. Por lo que se refiere al actor que hace de Frank Walker de pequeño (y que de mayor está interpretado por Clooney, tan sólo para aclararnos) lleva una vestimenta y unas gafas grandes parecidas a uno de los personajes principales de aquella cinta animada.
Las localizaciones están muy bien elegidas, los efectos visuales muy bien trabajados (toda la ciudad futurista o ese momento en la Torre Eiffel, para quitarse el sombrero). El sonido y, por qué no, los efectos de sonido en sí, me han parecido simplemente alucinantes, es como si me encontrara en la misma Tomorrowland.
La música corre a cargo de Michael Giacchino y me arrodillo ante él por su magnífico trabajo. Y finalmente, una mención sobre el desarrollo de su final. A mi parecer lo he encontrado bien llevado. Aunque, bueno, me ha dado algo de pena que el personaje de Athena haya "muerto". Pongo entre comillas lo de muerto, ya que los robots o cómo se hiciera llamar no les pasa eso. Sacrificarse por un ser querido, al fin y al cabo. Lo que no me esperaba era ese cambio de rol para el personaje encarnado por Hugh Laurie. Eso sí, ese villano ha resultado ser algo flojo y el que recibe su bien merecido castigo.
No hay escena pre ni post créditos finales (aunque, se puede ver al final de estos la mano de la chica tocando el pin), pero ya sea uno o no un buen cinéfilo, merece quedarse a leerlos y escuchar la maravillosa partitura compuesta por Michael Giacchino. Brad, no les escuches, has creado algo maravilloso. Qué nadie te digo lo contrario. Gracias por hacerme soñar durante casi dos horas y cuarto de metraje.